AMLO se va impune

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha llegado a su fin, dejando tras de sí una estela de controversias, promesas incumplidas y una sensación de impunidad que ha indignado a muchos mexicanos. A lo largo de estos seis años, el país ha sido testigo de una serie de escándalos y fracasos que marcaron la administración de AMLO, quien ahora se despide sin rendir cuentas por los múltiples errores y omisiones de su gobierno.

Uno de los casos más emblemáticos de corrupción durante su mandato fue el de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), donde se desviaron más de 15,000 millones de pesos destinados a programas alimentarios para las poblaciones más vulnerables. A pesar de la magnitud del escándalo, los responsables en los niveles más altos, como Ignacio Ovalle, no fueron investigados adecuadamente y, en cambio, fueron premiados con otros puestos dentro del gobierno. Este caso es solo uno de muchos que ilustran cómo la corrupción no solo persistió, sino que se transformó y adaptó bajo nuevas formas durante el sexenio de AMLO.

La inseguridad también fue un tema crítico que AMLO no logró resolver. A pesar de sus promesas de pacificar el país, los índices de violencia se mantuvieron alarmantemente altos. La estrategia de “abrazos, no balazos” fracasó en reducir la criminalidad, y muchas regiones de México continuaron siendo azotadas por el crimen organizado. La falta de una respuesta efectiva y la impunidad con la que operan los delincuentes han dejado a la ciudadanía en un estado de constante temor e incertidumbre.

En el ámbito de la salud, la administración de AMLO también enfrentó duras críticas. La falta de medicamentos, especialmente para el tratamiento del cáncer, fue un problema recurrente que afectó a miles de pacientes y sus familias. Los recortes presupuestarios y la mala gestión de los recursos destinados a la salud pública dejaron a muchos mexicanos sin acceso a tratamientos vitales, exacerbando el sufrimiento de los más vulnerables.

Además, la gestión de la pandemia de COVID-19 fue ampliamente cuestionada. Las decisiones tardías y la falta de una estrategia clara para enfrentar la crisis sanitaria resultaron en un alto número de contagios y muertes que pudieron haberse evitado con una mejor coordinación y liderazgo.

A pesar de estos y otros fracasos, AMLO se va sin enfrentar consecuencias significativas. La impunidad que ha caracterizado su sexenio es un reflejo de un sistema que no funciona y que permite que los responsables de actos de corrupción y mala gestión sigan adelante sin rendir cuentas. La falta de justicia y transparencia ha dejado una profunda desilusión en la población, que esperaba un cambio real y tangible con la llegada de AMLO al poder.

En conclusión, el sexenio de AMLO será recordado por sus promesas incumplidas, su incapacidad para enfrentar los problemas más graves del país y la impunidad con la que se despide. Los mexicanos merecen un gobierno que realmente trabaje por el bienestar de todos y que rinda cuentas por sus acciones. La esperanza es que el próximo liderazgo aprenda de estos errores y trabaje incansablemente para construir un México más justo y seguro para todos.

Foto: Internet

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